OAXACA, MÉXICO
Caminar por la Sierra Norte, visitar Hierve el Agua o escalar las muchas cumbres de Oaxaca es explorar los caminos poco transitados de este destino único. Este centro cultural de México también es un sitio histórico de patrimonio mundial. Aquí, hace 10,000 años, se domesticaron cultivos básicos importantes como el maíz y la calabaza, proporcionando una dieta básica de nutrientes para el desarrollo de civilizaciones mesoamericanas avanzadas. Deja que las calles adoquinadas, los restaurantes modernos y los bares de mezcal del centro histórico cautiven tus sentidos, atrayéndote mientras exploras todo lo que Oaxaca tiene para ofrecer.
Es importante mencionar que Oaxaca tiene el mayor número de hablantes de lenguas indígenas, representando el 34.2% de su población total. Las lenguas originarias son parte del patrimonio intangible de México y representan una de las conexiones más importantes que tenemos con las culturas originarias que habitaron el territorio mexicano en tiempos precolombinos.
Debido a sus características geográficas, político-económicas y sociales, el territorio de Oaxaca se subdivide en ocho regiones: Cañada, Costa, Istmo, Mixteca, Papaloapan, Sierra Norte, Sierra Sur y Valles Centrales. Estas regiones están compuestas por diversas comunidades que albergan culturas y tradiciones estrechamente relacionadas con las culturas nativas y nuestras raíces.
La ciudad de Oaxaca (también capital del estado) se encuentra en la región de los Valles Centrales, que está compuesta por un conjunto de tres valles fluviales: al noroeste el Valle de Etla, al este el Valle de Tlacolula y al sur el Valle de Zimatlán-Ocotlán o Valle Grande. Estos valles están mayoritariamente conformados por comunidades zapotecas, que además de conservar una parte integral de su cultura, tradiciones y costumbres originales, han preservado y honrado su relación con su territorio y la naturaleza.
En Coyote Aventuras tenemos la fortuna de aprender, pertenecer y fluir con la abundancia y la energía de esta tierra y creemos que un turismo responsable y sostenible es posible. La mayoría de nuestras experiencias buscan realzar el entorno natural y la esencia de cada lugar que visitamos, además de generar oportunidades de empleo para mujeres y jóvenes. Nuestras actividades también ayudan a reforzar el patrimonio cultural y añaden valor a las comunidades y personas con las que colaboramos.